Comentario
Japón dominaba un imperio asomado al océano Indico a través de Birmania y próximo a Alaska en las Aleutianas. Pero carecía de fuerza para proseguir su expansión.
Si hubiera podido intervenir en el Indico habría cortado las comunicaciones marítimas hacia Oriente Medio, la ayuda de los americanos a la URSS a través de Persia y los suministros a China. Su presencia en las Aleutianas tampoco amenazó, en ningún momento, Alaska y el Canadá. La presión japonesa sólo pudo dirigirse a los dos grandes objetivos a su alcance, las bases americanas que suponían el dominio del Pacífico: Hawai y Australia.
En el otoño de 1942, ambas direcciones del esfuerzo japonés se habían frustrado. La batalla de Midway aseguró las Hawai. La del mar del Coral y la campaña de Nueva Guinea detuvieron la marcha hacia Australia. Pero como los japoneses nunca aceptaron la evidencia, llevaron hasta el final cualquier plan, aunque las condiciones fueran desfavorables. Por eso, las victorias americanas no detuvieron las operaciones iniciadas.
La fracasada invasión de Port Moresby era parte de una operación para cortar las comunicaciones del norte de Australia. El Estado Mayor nipón pensaba establecer un aeródromo en el extremo oriental de Nueva Guinea y otro en la isla de Guadalcanal. Desde ellos, los aviones cerrarían el mar del Coral por el norte y el ferrocarril australiano Darwin-Adelaida-Alice Springs no podría enlazar con las comunicaciones marítimas.
Los americanos, después de Midway, prepararon la conquista de las islas Salomon, partiendo de Australia. Después pensaban continuar hacia el norte para tomar las islas Bismarck, donde estaba Rabaul, la principal base japonesa en la zona.
Pero, a principios de julio de 1942, la aviación americana comprobó que los japoneses construían un aeródromo en Guadalcanal, como parte de su plan para aislar Australia. El peligro de que los aviones japoneses pudieran operar desde allí aceleró los planes americanos.
Guadalcanal, isla que pertenece a las Salomon, al sur del archipiélago, mide 150 por 60 kilómetros y tiene en el centro una cordillera cubierta de jungla lluviosa e insana. A las 5.30 del 7 de septiembre de 1942 comenzó una batalla de seis meses de duración y de ferocidad desconocida hasta entonces.